top of page

Kisho Kurokawa, el movimiento metabolista y la torre Nakagin

“建築は演劇の舞台であり、主演俳優は人々であり、これらの人々と空間との対話を劇的に演出することがデザインの手法です”, “黒川紀章”

"La arquitectura (es) un escenario teatral donde los actores principales son las personas, y dirigir dramáticamente el diálogo entre estas personas y el espacio es la técnica de diseñar", "Kisho Kurokawa"

Kisho kurokawa: Fundamentos del metabolismo. Kurokawa; visionario del futuro metropolitano o futurista utópico

Es conocido por todos el hecho de que una sociedad fuerte, con unos cimientos resistentes sale reforzada de sus peores momentos y eso le pasó a un Japón donde el fin de la Segunda Guerra Mundial dejó el país reducido a su mínima expresión. Fue esto lo que hizo surgir de lo más profundo de la sociedad una serie de transformaciones socioeconómicas (mediante la premisa de absorber, igualar y superar en referencia a las tecnologías y tendencias en muchos ámbitos) con el objetivo de impulsar un país caído en la desgracia, y experimentando, asimismo,, un fortísimo crecimiento de la población con las consecuentes problemáticas que ello conlleva en relación al territorio de las ciudades. De ahí surgió el metabolismo, un movimiento artístico, arquitectónico y urbanístico creado en la década de los 60 a raíz de la falta de planificación urbana y que según algunos de sus postulantes tenía la intención de producir un sistema mediante el cual las personas pudieran controlar la tecnología. El metabolismo representa la reunión de aspectos racionalistas muy fuertes que mejoran con la ayuda de algunas leyes biológicas, y analogías en la naturaleza. Los defensores del movimiento insistieron en la importancia del movimiento, del crecimiento orgánico y del cambio ya que estos son los principales motores de los diseños. Comúnmente hablaban de estructuras vivas, modificables y que evolucionaran al mismo tiempo que lo hacía la sociedad, así como lo hacian sus necesidades funcionales. Los Metabolistas se caracterizaban por una exaltación estructural brutalista, tecnológica y agregativa y defendían que todo edificio debe mostrarse tal como son sus materiales: el hierro como hierro y la madera como madera ...

Todos estos conceptos se conjugan en uno solo "megaestructura" que surgió en varios países de forma simulatanea pero que fue un hito para los Metabolista. Algunos de sus representantes más relevantes definen el concepto de megaestructura como:

-  "... una gran estructura en la que tienen cabida todas las funciones de una ciudad o de parte de ella ... El desarrollo de la tecnología actual ha hecho posible su existencia ... es, en cierto modo un salvo artificial del paisaje ... "- Fumihiko Maki," Investigations in Collective Form ", St. Louis, 1964, p. 8

- "... una forma a escala de la masa humana, que incluye una Mega-Forma y unidades discretas, rápidamente combinables, que encajan dentro de una estructura mayor ..." - Kenzo Tange

Además de Fumihiko Maki y Kenzo Tange el grupo de los Metabolista lo integraban también: Takashi Asada, Kiyonori Kikutake Aratei Isozaki, y Kisho Kurokawa quien defendieron y proyectaron diseñcs urbanos que discernían radicalmente de la arquitectura tradicional, ya no sólo japonesa si no mundial.

Los jóvenes arquitectos no se conformaban con adaptar tradiciones ajenas, sino que comenzaron una carrera para erigir un edificio-manifiesto, equivalente a un prototipo industrial sobre el que inspirarse de un modo más realista ya que el movimiento Metabolista concebía las sociedades como un proceso a desarrollar desde nodos primarios, atomizados, hasta nebulosas o estructuras complejas en orden ascendente: grupo, tribu, señoría, pueblo, sociedad. La corriente busca la síntesis del espacio público con el espacio privado reducido, ahora sí, a su mínima expresión, cápsulas que se producen industrialmente y que, a pesar de aportar un teórico confort a su ocupante, no lo aíslen, a nivel mental, del exterior. Como podemos observar en la propia cultura japonesa, el metabolismo plantea una relación directa con la naturaleza, una impermanencia de los elementos físicos que cambian y se adaptan al igual que lo hace esta, casi comportándose como un ser vivo em el que se puede distinguir fácilmente una parte más monumental en la que se le adosan células, asimilándose fácilmente a la idea de una colmena.

"La sociedad humana es como un proceso vital, un desarrollo del átomo a la nebulosa. La razón por la que utilizamos el término biológico metabolismo es que creemos que el diseño y la tecnología deberían denotar la vitalidad humana "

- Kisho Kurokawa-

Los años 70 del siglo pasado mezclaron la osadía y libertad del pop con la tecnología muy visible, de grandes tubos, que fue la antesala de la nanotecnología actual. Hablar del futuro era hablar de cohetes espaciales, movimiento, espacios pequeños y un clásico futurible; la utopía. Una mezcla de todo ello fué lo que le ocurrió al movimiento Metabolista japonés que arrancó en 1959 de la mano del crítico Naburo Kawazoe y congregó grandes arquitectos para pensar en la flexibilidad al diseño de las ciudades.

El auge del metabolismo se focaliza en una sola década enmarcada por dos importantes acontecimientos: el manifiesto de 1960 y la Expo70 en Osaka pero durante estos diez años da vida (de forma física pero sobre todo teórica) a numerosos y relevantes proyectos:

- El Plan de Tokio; diseñado por Kenzo Tange para acomodar la expansión de la ciudad conectando la bahía de Tokio, da vida a una nueva manera de plantear el diseño urbano.

- El proyecto de Marine City; del visionario Kiyonori Kikutake contemplaba la creación de una ciudad flotante en el océano, auto sustentable y limpia. Resistente a las inundaciones y a los sismos se ubicaría lejos de la vida urbana de la isla y se sustentaría mediante tecnología muy innovadora que permitiría que las superficies modulares habitables flotaran.

- La "Ciudad en el aire" o Joint System core, de Arata Isozaki consistía en una ciudad en varios niveles que contaran con autopistas, aparcamientos, oficinas y apartamentos y que reproducían la estética de los árboles que crecían uno al lado del otro creando una red estructural similar a la de un bosque.

- La Helix City fue uno de los proyectos estrella de nuestro arquitecto, Kisho Kurokawa, consistente en una serie de estructuras vinculadas en espiral, el proyecto se fundamenta en una infraestructura de puentes sobre tierra y mar con edificios residenciales entre medio creando un patrón ( inspirado por el descubrimiento del ADN pocos años antes) que teóricamente podría continuar de forma infinita.

Nacido en Nagoya y graduado en La Universidad de Kioto, Kisho Kurokawa fue un arquitecto, filósofo, profesor, fabricante de impresiones, entusiasta de las embarcaciones y traductor de libros en japonés que llegó a lo más alto de la arquitectura japonesa del siglo pasado. Imbuido tanto en la arquitectura moderna occidental como en la tradición japonesa y oriental mas ligera y consciente de lo que le rodea: corrientes de aire, luz, transitoriedad de la existencia humana (y del edificio) fundó Kisho Kurokawa Architect & Associates en 1962 y finalmente murió en 2007 dejando en legado su amor por la arquitectura a su hijo Mikio.

Otros proyectos del arquitecto serían, por ejemplo, la Ciudad Agrícola pensada para evitar que un habitat fuera inundado tras la mala experiencia del arquitecto con el tifón de la bahía de Ise, o el que trataremos muy en profundidad más adelante: la Torre Nakagin, primer diseño arquitectónico de capsula de la historia que representó el prototipo para una arquitectura que se centraría en la sostenibilidad y el reciclaje.

"Nakago Capsule Tower representan the dream of a new type of urban living and a completely new urban form,"

- Zhongjie Lin -

metabolistas.png

Grupo impulsor del metabolismo, respectivamente; Kenzo Tange, Fumihiko Maki, Kisho Kurokawa, Takashi Asada, Arata Isozaki, Kiyonori Kikutake.

Qué, dónde y por qué de la torre. La revolución de la torre Nakagin

La Nakagin Capsule Tower se sitúa en la densa ciudad japonesa de Tokio, más concretamente en el barrio de Ginza (barrio de la Plata), redundantemente uno de los más caros de la ciudad y punto neurálgico tanto de la actividad comercial como de la económica. Precisamente este hecho fue uno de los principales impulsores de su construcción; desde un inicio, la torre fue pensada especialmente para aquellas personas que trabajan en el centro de la ciudad pero que viven en distancias considerables de este, por eso el edificio serviría como edificio dormitorio o estudio para estos individuos.

"... Los estudios en las torres se utilizan normalmente para compañías que necesitan que sus empleados estén en Tokio. También se utilizan como estudios de artistas o cocinas ... "

- Kisho Kurokawa -

El proyecto nace durante la exposición universal de arquitectura de 1970 en Osaka que forrada de estructuras metabólicas bajo el concepto de la ciudad futurista atrajo la atención de Watanabe Torizo, presidente de la Nakago Corporation, una de las inmobiliarias más grandes de Japón, hacia el pabellón Takara Beautilion diseñado años antes por Kurokawa, encargándole, finalmente, el proyecto de la torre. Sólo 4 meses (de agosto a diciembre) necesitó el arquitecto para finalizar el diseño de la torre y un año después, la obra representante del movimiento Metabolista ya estaba construida para un uso permanente y práctico que aún permanece hoy en día. La Nakagin Capsule Tower surge directamente del concepto de movilidad que en Japón llega al 20% cada año y fue pensada precisamente, no como un condominio, sino como una nueva forma de espacio de trabajo para los habitantes de Tokio. El edificio de los que permanecen en la oficina hasta las 2 de la mañana, de aquellos individuos con un alto perfil karoshi (muerte por exceso de trabajo) hoy en día tan comunes en Japón, Kukorawa se adelantó a su tiempo citando tendencias minimalistas, estilos de vida nómadas y el abrazo de Koya (cabañas) como espacios para vivir.

"... La cápsula es la vivienda para la gente en movimiento ..." 

- Kisho Kurokawa -

Hablamos del primer edificio basado en la idea de modularidad capsular y es que el movimiento Metabolista articuló un conjunto de nuevo vocabulario arquitectónico para poder describir esta primigenia nueva arquitectura. La torre, ejemplo perfecto de este nuevo vocabulario se construyó, en 1972, bajo la concepción de megaestructura en la que se insertaban módulos habitables prefabricados que muestran a través de su diseño las ideas de intercambiabilidad, reciclabilidad y sostenibilidad. Estructura utópica inédita el edificio se convertiría, casi desde el momento de su concepción en un fascinante aunque anacrónico remanente de un futuro pasado luchando por sobrevivir.

El proyecto, mucho más pequeño que los proyectos teóricos del arquitecto, se compone de dos torres o núcleos estructurales de once y trece pisos que incorporan servicios y instalaciones, a estos se adosan 140 cápsulas de 8 tipologías diferentes. El conjunto se ve completado con una planta baja donde se incorpora una cafetería y una primera planta de oficinas. Cada cápsula cuenta con varias instalaciones que se encontrarían en una habitación individual de hotel.

Mientras el movimiento de la fachada, la proporción de la base y la coronación de las torres fueron diseñadas para otorgar una imagen natural y orgánica, esto se quedó en mera teoría. El arquitecto pretendía que cada habitante contribuyese a la identidad mutante del edificio pero en realidad fue Kurokawa quien fusionó todas las decisiones. El diseño anticipa el cambio, así pues, al sustituir o retirar las cápsulas la apariencia de la arquitectura cambiaría con el tiempo pero no fue así, tampoco posteriormente a la construcción del edificio las intenciones teóricas del arquitecto se hicieron realidad ya que esta estética de vanguardia que proponía una calidad mutante adaptándose al tiempo teóricamente aumentaba la durabilidad del edificio configurándolo a un mundo que se acelera y cambia pero en la práctica esto constituía una obligación monetaria por parte de los propietarios de sustituir las cápsulas cada 20 años con un coste aproximado de 8,8 millones de yenes (7.128 €) por cápsula que, en ningún caso, pudo llevarse a cabo.

Visible desde lejos, su aspecto de ciencia ficción constituía, para Kurokawa, parte de un futuro skyline de Tokio constituido por múltiples ejemplos de arquitectura metabólica. A pesar de ello, la torre, ubicada en el centro de una de las ciudades más extensas y densamente pobladas del mundo, representa a día de hoy una excepción, un elemento que destaca más por su aspecto decadente que por su forma única. A su alrededor han ido apareciendo edificios que nada que ver tienen con su forma o alineación superándolo en altura, funcionalidad y contemporaneidad y ocultándolo progresivamente bajo sus defectos. La autovía en altura que pasa por delante desde la construcción de la torre no ha ayudado a potenciar la imagen de la Torre, sin embargo, el crecimiento constante del barrio de Ginza ha sido imperecedero desde que en los años 70, durante construcción de la torre, este se parecía más a un suburbio industrial que a un barrio residencial en el centro de Tokio. A pesar de la abundancia de asfalto, acero y vidrio que rodea nuestra ubicación encontramos una gran área verde y la desembocadura del río Sumida a escasos 5 minutos a pie, un lujo poco común en locaciones como la que nos ocupa.

El diseño de la arquitectura de la cápsula, la inserción de la cápsula en una megaestructura y el establecimiento de la cápsula como sala, expresan la contemporaneidad con otras obras de arquitectura innovadora de finales de los años 60, en particular el Grupo Archigram de Inglaterra, el Paul Memon de Francia. y Yona Friedman de Hungría. El arquitecto japonés consiguió, mediante la torre, que el movimiento del que formaba parte no se quedara en una simple declaración de principios, en una tímida aplicación a la vida real, la Nakagin Capsule Tower asume el reto de si la producción en masa puede expresar una nueva calidad diversa. La Torre también se esfuerza por establecer un espacio para el individuo como una crítica al Japón que se modernizó sin experimentar ningún establecimiento de un "yo". Kurokawa remite a la tradición japonesa de los cofres shinto, de forma tradicionalmente prototípica, el origen de su originalidad es completamente independiente de su materialidad, en el caso de la torre; una capacidad de adaptación flexible de los sistemas estructurales parecía la transcripción correcta de esta tradición cultural-filosófica frente a la acelerada e inevitable disolución de las estructuras urbanas tradicionales.

El precio de las cápsulas también ha variado mucho a lo largo de sus casi 50 años; en el momento posterior a su construcción, el precio de la capsula era de aproximadamente 3,4 millones de Yenes cada una (aprox. 28.500 €; 2.850 € / m2) y en 6 meses ya no quedaba ninguna a la venta de los 8 tipos que existían. Existían dos opciones de color interior; negro o blanco y las ventanas circulares de gran tamaño tenían persianas hechas a medida. A finales de la década de 1980, cuando la burbuja inmobiliaria japonesa estaba llegando a su fin, las cápsulas se vendían por un precio aproximado de entre 20 y 25 millones de Yenes cada una (entre 167.000 € y 209.000 €; entre 16.700 € / m2 y 20.900 € / m2). Entre 2012 y 2013, cuando el mercado inmobiliario japonés experimentaba una depresión el precio descendió hasta los 2 y 3 millones de Yenes (entre 16.212 € y 24.319 €; entre 1.621 € / m2 y 2.431 € / m2) y a día de hoy, las cápsulas de 10 metros cuadrados y casi sin tecnología operativa tienen un precio de entre 8 y 9 millones de Yenes (entre 67.000 € y 75.000 €; entre 6.700 € / m2 y 7.500 € / m2), lo que representa un aumento del precio de entre el 160% y el 350% en los últimos 5 años. Los alquileres típicos oscilan alrededor de los 45.000 y los 70.000 Yen / mes (376 € / mes y 586 € / mes; 37,6 € / m2 y 58,6 € / m2) pero debido al mal estado de las instalaciones y de las fugas de agua se dice que menos de la mitad de las cápsulas permanecen ocupadas a día de hoy.

4_edited.jpg
5.jpg
3.jpg
bottom of page